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Catedral de Paysandú bombardeada por la Armada Brasileña Foto: Archivo El País |
La "Heroica Paysandú". Así quedó para la Historia una ciudad que resistió hasta morir en defensa de la libertad y la soberanía. Fue sitiada por tierra y por el río Uruguay y atacada por fuerzas combinadas del Gral. Flores y del Imperio de Brasil.
El 3 de diciembre de 1864, Venancio Flores envió a Leandro Gómez un ultimátum en el que le daba 48 horas para que se rindiera. El Cnel. Leandro Gómez al mando de la defensa, dio vuelta la hoja, escribió una respuesta y se la devolvió al mensajero. La respuesta contenía sólo dos palabras: “Cuando sucumba”.
Los observadores extranjeros no hicieron nada por evitar la matanza. Quien lo intentó más seriamente fue el comandante de la cañonera francesa Decidée, que se reunió con Leandro Gómez y su estado mayor para ofrecerles una rendición con honores. Pero los defensores se negaron y, desenvainando sus espadas, juraron vencer o sepultarse bajo los escombros de Paysandú. Según relata Eduardo Acevedo, el comandante francés “estrechó en silencio las manos de esos valientes sin poder articular palabra, pero las lágrimas que corrían por sus mejillas atestiguaban su emoción”.
Paysandú sucumbió ante fuerzas inmensamente superiores y Leandro Gómez y sus hombres fueron cobardemente fusilados.