Dictador, temerario, oportunista, hombre de Estado, visionario y genio de la propaganda. Adrian Goldsworthy desvela la compleja personalidad del primer emperador en una ambiciosa biografía
Cayo Octavio Turino nació en el año 63 antes de Jesucristo en
Roma. Su padre fue pretor de Macedonia. Murió cuatro años después de venir al mundo el futuro emperador. La madre de Octavio, que se llamaba Attia Balba, era sobrina de Julio César, que, al no tener descendencia masculina, lo adoptó en su testamento como hijo adoptivo. Este hecho marcó el futuro del joven Octavio y lo colocó como el mejor candidato para asumir el legado político del general romano.